viernes, 12 de marzo de 2010

UN CAFE A MEDIA TARDE

El minutero de mi reloj recién marcaba los 20 minutos sobre las 17:00 horas de uno de esos dias entre semana. Uno de tantos días, ya vividos, que habitan en el centro mismo de cualquier semana.

Mis ligeros pasos intentaban dejar atrás la gélida tarde de Jueves sobre la que caminaba.
Cada vez mas próximo al rincón emblemático de la ciudad donde hoy, hará de punto de encuentro y de momentáneo punto de salida.

Alcé la mirada hacia la puerta donde tantos sueños han sido representados. Pero mi vista no encontró lo que esperaba. Unicamente el Arriaga, ese señorial teatro que mora a los pies de la ria. Y es que la premura de mi caminar, aventajo en una decena de minutos a mi cita.

Avance por la calle, acompañado de la susurrante proximidad del tranvía. Juntos improvisamos una breve coreografía, que finalizo cuando ambos variamos nuestros rumbos. Me adentre al calor de un oasis cualquiera, desde el que reubique la cita, por medio de satélites.

La espera, ni lo fue, ni en ningún momento la sentí como tal. Y como respuesta a mi nuevo llamamiento, observe tras el prisma que me daba morada, como se aproximo el pasado. Ese pasado personificado en amigo. Amigo de esos con mayusculas. De esos que lo han sido, lo son y lo seguiran siendo, sin necesidad de encontrase permanente ni rutinariamente. Pues se cimentan en casi dos veraniegas décadas compartidas.Tras un saludo tan breve, como enormemente sincero, saboreamos un corto licor con sabor a compañía.

Abandonamos ese ocasional refugio, para adentrarnos al unisono, en una cada vez mas ennegrecida tarde.
Escuche su presente con atención. Esa atención que, solo los amigos verdaderos, convierten por arte de magia y sin esfuerzo alguno, en admiración. Y mientras le estaba haciendo participe del mio, trate de adivinar el momento exacto y el porque, ha dado lugar a la persona que me acompaña.
No tarde mucho en responder a mi propia curiosidad. Como mas adelante me ratifico, involuntariamente, él mismo. Y con toda certeza supe que ahora mismo, entre quizas alguno mas, pero por encima de todos ese momento tiene una fecha de lo mas rendoda; 01/01/2010.



Tras recorrer, entre anécdotas y sonrisas, buena parte de la ciudad. Buscamos cobijo, en torno a una taza de café. Esos CAFES A MEDIA TARDE, tan pocas veces valorados, o al menos no en su justa medida. Quizás porque rara vez son los que marcan una vida, pero son siempre los que las llenan. Y dan sentido a los "pequeños" detalles.

Arreglamos el mundo, una y mil veces, como en tantas ocasiones se hace. Desde la humildad y el sentimiento.  Pasando a ser totalmente secundario, el conocimiento certero sobre los temas en cuestion, que es como casi siempre sucede. Y asi debe de ser, en cierta medida. Pues una opinion, mas o menos acertada, mas o menos erronea, sera por siempre la mas absoluta verdad personal. Mas aun, cuando se regala entre dos amigos. Sin necesidad de ser politicamente correctos ni caer en la sobreactuación, pues no busca prevalecer por encima de ninguna otra, sino de una misma.

Aunque la atmosfera invitase a  pensar que el tiempo, complice, se había detenido para darnos  una tertulia infinita. Lo cierto es que era hora de regresar junto al "Mar" de su vida, pues ahora tiene una nueva ola con la que tantos dias jugara y peleara, pero a la que siempre tendra presente.

Antes de que su anden le anunciase que ya se cumplía dicha hora, se despidió en aquella cada vez mas gélida tarde según había ido avanzando, con un sinfín de imágenes sobre sus manos. Las cuales palpitaban de forma extraordinaria, mas allá de la climatología adversa.

Yo mientras trazaba el retorno para con los míos, solo albergaba un pensamiento. No como una obligación de transmitir algo, sino como un mensaje necesario, que si bien ahora seria inteligible, espero con el tiempo te sea de utilidad.

MENSAJE PARA 01/01/2010: Igual algún día, o tal vez varios, te enojas o no entiendas a este amigo mio con el que compartí UN CAFE A MEDIA TARDE. Pero creeme que esas manos siempre palpitaran de igual forma por ti.


UN MILLON DE BESOS IRATI.

8 comentarios:

Luna_Bajita dijo...

muy bonito y entrañable,cuanto mas te leo mas me gusta.Tienes un Don que no todos tenemos que es el saber transmitir sentimientos y sensaciones a través de lo que escribes dándonos a los demas el privilegio de leerlos.
Un beso petardito

BRAISS dijo...

Muchisimas gracias....aunque dudo un poco de ese "don". Pues tan solo busco dar rienda suelta a mis "pequeños detalles", para no perderlos nunca y volver a revivirlos, en la medida de lo posible, cuando asi lo requiera. Encantadisimo de que me leas. Un beso para ti tambien, petardita.

tinin dijo...

Y al regresar, la "Mar" estaba brava...

Vaya crack que estas hecho, ahora tambien las enamoras con la palabra...quien lo iba a decir!!! jeje

Entre ellas, a Irati, que dice: muchas gracias!!!

BRAISS dijo...

@tinin
Bueno pídele perdón de mi parte.

Besazos a Irati.

PIKILLO dijo...

Me estas dejando flipado....

apuntate un post sobre madrazo que también se merece algo de poesía

BRAISS dijo...

PIKILLO.....¿Gracias?.

Me tomare ese flipe como buen rollo.

PIKILLO dijo...

Muchas gracias por las dos decadas veraniegas.
Ya sabes que el sentimiento es mutuo.(LOS TRES MOSQUETEROS)

BRAISS dijo...

PIKILLO

Sabes que no hay que darlas....Y aunque nos veamos pocos, se que nunca dejaremos de ser aquellos 3 niños amigos.

Un abrazo enorme.

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