miércoles, 4 de agosto de 2010

QUE NOCHE LA DE AQUEL AÑO

04 / Agosto / 2009


Seguro que si un día como hoy, quieres echar la vista atrás y pensar...¿que hacías exactamente este mismo día el año pasado?, no lo recuerdes.


¡¡Desgraciadamente yo si!!.


Iba camino de ser un día mas de un verano cualquiera. Hable hacía un par de días con mi padre, a ver que tal me venia quedar para que pasáramos por el taller con los coches y que aprovecháramos hacerles una puesta a punto.

Yo ya tenia planes, así que le dije que me venia mejor al siguiente. Pero antes de llegar ese siguiente, y según iban culminando las horas del día, recibí una llamada a casa. 

Era mi madre para hacerme participe de su angustia, por la inusual ausencia. La cual reste importancia, en un primer instante, excusandola con algún tipo de retraso o distracción irrelevante.

Lo cierto, es que durante todo el día tenia una raro cosquilleo. Así que no fueron muchos los minutos que pasaron, hasta que devolví la llamada......Pero nada había variado de tan anómala situación. Así que tras concretar con mi madre el itinerario, fui al primer, que a la vez era el ultimo lugar, del que guardaba constancia.

Ya hacia un buen rato que oscureció, y la playa se encontraba desangelada

Entre los temores que me atormentaron todo el camino, y aun manteniendo un mínimo de lucidez, empece a buscar por los restaurantes cercanos. Mas con la esperanza que con el convencimiento de hallar buenas nuevas, con las que finiquitarlo todo.

En el transito de un local a otro, caí en la cuenta de que, uno de los pocos coches que aun permanecían en el aparcamiento era el de mi padre, y mi angustia fue en aumento. Y justo en ese mismo instante, deambulaba por las proximidades un coche patrulla.

Tras ponerles en antecedentes y facilitarles mi numero de móvil, me remitieron a la comisaria próxima. Donde tenían mas información del tema.

Me dirigí sin demora y con una ansiedad que crecía a cada segundo, sin visos de alcanzar fin.

Una vez dentro, después de unas preguntas de rigor. Accedí a una especie de sala de espera, donde se reunió conmigo un agente o psicólogo. Quien me facilito datos de un caso de ahogamiento, que podría coincidir con mi padre. Y según poso la primera foto sobre la mesa, a fin de reconocer su identidad, solo pude esgrimir un débil si.......Para a continuación, venirme completamente abajo y romper la angustia con balbuceos encharcados en un manantial de lagrimas. Que no cesaron hasta el instante que me halle frente al domicilio de mis padres, para sacar las ultimas fuerzas de flaqueza que podía albergar, y con las que transmitir y consolar a mi madre y hermana.

Por todo esto, y algo mas, pero que no me extenderé en ello, es por lo que conservo con total exactitud, un día concreto de hace 365

Y es que un año pasa veloz, pero se hace muy intenso para vivir, cuando has despertado durante muchísimas madrugadas con aquel ultimo retrato como imagen de despedida. Amen de una metódica conciencia, que se empeña en recordar, que ese día debió ser de otra manera.........¡¡¡PERDÓN!!!.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Principalmente, perdon, siento mucho lo que ocurrio. Es duro ver como una persona que quieres se va, pero al fin y al cabo, asi es la vida, un dia nos la da y otra nos la quita.
Piensa, que el siempre estara orgulloso de ti, y aprovecha los dias.
Un saludo

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